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Mateo 9:30-38 Nueva Versión Internacional (NVI)

30. Y recobraron la vista. Jesús les advirtió con firmeza:—Asegúrense de que nadie se entere de esto.

31. Pero ellos salieron para divulgar por toda aquella región la noticia acerca de Jesús.

32. Mientras ellos salían, le llevaron un mudo endemoniado.

33. Así que Jesús expulsó al demonio, y el que había estado mudo habló. La multitud se maravillaba y decía: «Jamás se ha visto nada igual en Israel.»

34. Pero los fariseos afirmaban: «Éste expulsa a los demonios por medio del príncipe de los demonios.»

35. Jesús recorría todos los pueblos y aldeas enseñando en las sinagogas, anunciando las buenas nuevas del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia.

36. Al ver a las multitudes, tuvo compasión de ellas, porque estaban agobiadas y desamparadas, como ovejas sin pastor.

37. «La cosecha es abundante, pero son pocos los obreros —les dijo a sus discípulos—.

38. Pídanle, por tanto, al Señor de la cosecha que envíe obreros a su campo.»

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