Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Mateo 27:21-29 Nueva Versión Internacional (NVI)

21. —¿A cuál de los dos quieren que les suelte? —preguntó el gobernador.—A Barrabás.

22. —¿Y qué voy a hacer con Jesús, al que llaman Cristo?—¡Crucifícalo! —respondieron todos.

23. —¿Por qué? ¿Qué crimen ha cometido?Pero ellos gritaban aún más fuerte:—¡Crucifícalo!

24. Cuando Pilato vio que no conseguía nada, sino que más bien se estaba formando un tumulto, pidió agua y se lavó las manos delante de la gente.—Soy inocente de la sangre de este hombre —dijo—. ¡Allá ustedes!

25. —¡Que su sangre caiga sobre nosotros y sobre nuestros hijos! —contestó todo el pueblo.

26. Entonces les soltó a Barrabás; pero a Jesús lo mandó azotar, y lo entregó para que lo crucificaran.

27. Los soldados del gobernador llevaron a Jesús al palacio y reunieron a toda la tropa alrededor de él.

28. Le quitaron la ropa y le pusieron un manto de color escarlata.

29. Luego trenzaron una corona de espinas y se la colocaron en la cabeza, y en la mano derecha le pusieron una caña. Arrodillándose delante de él, se burlaban diciendo:—¡Salve, rey de los judíos!

Leer capítulo completo Mateo 27