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Mateo 26:54-70 Nueva Versión Internacional (NVI)

54. Pero entonces, ¿cómo se cumplirían las Escrituras que dicen que así tiene que suceder?

55. Y de inmediato dijo a la turba:—¿Acaso soy un bandido, para que vengan con espadas y palos a arrestarme? Todos los días me sentaba a enseñar en el templo, y no me prendieron.

56. Pero todo esto ha sucedido para que se cumpla lo que escribieron los profetas.Entonces todos los discípulos lo abandonaron y huyeron.

57. Los que habían arrestado a Jesús lo llevaron ante Caifás, el sumo sacerdote, donde se habían reunido los maestros de la ley y los ancianos.

58. Pero Pedro lo siguió de lejos hasta el patio del sumo sacerdote. Entró y se sentó con los guardias para ver en qué terminaba aquello.

59. Los jefes de los sacerdotes y el Consejo en pleno buscaban alguna prueba falsa contra Jesús para poder condenarlo a muerte.

60. Pero no la encontraron, a pesar de que se presentaron muchos falsos testigos.Por fin se presentaron dos,

61. que declararon:—Este hombre dijo: “Puedo destruir el templo de Dios y reconstruirlo en tres días.”

62. Poniéndose en pie, el sumo sacerdote le dijo a Jesús:—¿No vas a responder? ¿Qué significan estas denuncias en tu contra?

63. Pero Jesús se quedó callado. Así que el sumo sacerdote insistió:—Te ordeno en el nombre del Dios viviente que nos digas si eres el Cristo, el Hijo de Dios.

64. —Tú lo has dicho —respondió Jesús—. Pero yo les digo a todos: De ahora en adelante verán ustedes al Hijo del hombre sentado a la derecha del Todopoderoso, y viniendo en las nubes del cielo.

65. —¡Ha blasfemado! —exclamó el sumo sacerdote, rasgándose las vestiduras—. ¿Para qué necesitamos más testigos? ¡Miren, ustedes mismos han oído la blasfemia!

66. ¿Qué piensan de esto?—Merece la muerte —le contestaron.

67. Entonces algunos le escupieron en el rostro y le dieron puñetazos. Otros lo abofeteaban

68. y decían:—A ver, Cristo, ¡adivina quién te pegó!

69. Mientras tanto, Pedro estaba sentado afuera, en el patio, y una criada se le acercó.—Tú también estabas con Jesús de Galilea —le dijo.

70. Pero él lo negó delante de todos, diciendo:—No sé de qué estás hablando.

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