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Mateo 21:22-34 Nueva Versión Internacional (NVI)

22. Si ustedes creen, recibirán todo lo que pidan en oración.

23. Jesús entró en el templo y, mientras enseñaba, se le acercaron los jefes de los sacerdotes y los ancianos del pueblo.—¿Con qué autoridad haces esto? —lo interrogaron—. ¿Quién te dio esa autoridad?

24. —Yo también voy a hacerles una pregunta. Si me la contestan, les diré con qué autoridad hago esto.

25. El bautismo de Juan, ¿de dónde procedía? ¿Del cielo o de la tierra?Ellos se pusieron a discutir entre sí: «Si respondemos: “Del cielo”, nos dirá: “Entonces, ¿por qué no le creyeron?”

26. Pero si decimos: “De la tierra” … tememos al pueblo, porque todos consideran que Juan era un profeta.» Así que le respondieron a Jesús:

27. —No lo sabemos.—Pues yo tampoco les voy a decir con qué autoridad hago esto.

28. »¿Qué les parece? —continuó Jesús—. Había un hombre que tenía dos hijos. Se dirigió al primero y le pidió: “Hijo, ve a trabajar hoy en el viñedo.”

29. “No quiero”, contestó, pero después se arrepintió y fue.

30. Luego el padre se dirigió al otro hijo y le pidió lo mismo. Éste contestó: “Sí, señor”; pero no fue.

31. ¿Cuál de los dos hizo lo que su padre quería?—El primero —contestaron ellos.Jesús les dijo:—Les aseguro que los recaudadores de impuestos y las prostitutas van delante de ustedes hacia el reino de Dios.

32. Porque Juan fue enviado a ustedes a señalarles el camino de la justicia, y no le creyeron, pero los recaudadores de impuestos y las prostitutas sí le creyeron. E incluso después de ver esto, ustedes no se arrepintieron para creerle.

33. »Escuchen otra parábola: Había un propietario que plantó un viñedo. Lo cercó, cavó un lagar y construyó una torre de vigilancia. Luego arrendó el viñedo a unos labradores y se fue de viaje.

34. Cuando se acercó el tiempo de la cosecha, mandó sus siervos a los labradores para recibir de éstos lo que le correspondía.

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