13. «Escrito está —les dijo—: “Mi casa será llamada casa de oración”; pero ustedes la están convirtiendo en “cueva de ladrones”.»
14. Se le acercaron en el templo ciegos y cojos, y los sanó.
15. Pero cuando los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley vieron que hacía cosas maravillosas, y que los niños gritaban en el templo: «¡Hosanna al Hijo de David!», se indignaron.
16. —¿Oyes lo que ésos están diciendo? —protestaron.—Claro que sí —respondió Jesús—; ¿no han leído nunca:»“En los labios de los pequeñosy de los niños de pechohas puesto la perfecta alabanza”?