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Mateo 18:31-35 Nueva Versión Internacional (NVI)

31. Cuando los demás siervos vieron lo ocurrido, se entristecieron mucho y fueron a contarle a su señor todo lo que había sucedido.

32. Entonces el señor mandó llamar al siervo. “¡Siervo malvado! —le increpó—. Te perdoné toda aquella deuda porque me lo suplicaste.

33. ¿No debías tú también haberte compadecido de tu compañero, así como yo me compadecí de ti?”

34. Y enojado, su señor lo entregó a los carceleros para que lo torturaran hasta que pagara todo lo que debía.

35. »Así también mi Padre celestial los tratará a ustedes, a menos que cada uno perdone de corazón a su hermano.

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