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Mateo 15:28-38 Nueva Versión Internacional (NVI)

28. —¡Mujer, qué grande es tu fe! —contestó Jesús—. Que se cumpla lo que quieres.Y desde ese mismo momento quedó sana su hija.

29. Salió Jesús de allí y llegó a orillas del mar de Galilea. Luego subió a la montaña y se sentó.

30. Se le acercaron grandes multitudes que llevaban cojos, ciegos, lisiados, mudos y muchos enfermos más, y los pusieron a sus pies; y él los sanó.

31. La gente se asombraba al ver a los mudos hablar, a los lisiados recobrar la salud, a los cojos andar y a los ciegos ver. Y alababan al Dios de Israel.

32. Jesús llamó a sus discípulos y les dijo:—Siento compasión de esta gente porque ya llevan tres días conmigo y no tienen nada que comer. No quiero despedirlos sin comer, no sea que se desmayen por el camino.

33. Los discípulos objetaron:—¿Dónde podríamos conseguir en este lugar despoblado suficiente pan para dar de comer a toda esta multitud?

34. —¿Cuántos panes tienen? —les preguntó Jesús.—Siete, y unos pocos pescaditos.

35. Luego mandó que la gente se sentara en el suelo.

36. Tomando los siete panes y los pescados, dio gracias, los partió y se los fue dando a los discípulos. Éstos, a su vez, los distribuyeron a la gente.

37. Todos comieron hasta quedar satisfechos. Después los discípulos recogieron siete cestas llenas de pedazos que sobraron.

38. Los que comieron eran cuatro mil hombres, sin contar a las mujeres y a los niños.

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