34. Cuando Jesús desembarcó y vio tanta gente, tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas sin pastor. Así que comenzó a enseñarles muchas cosas.
35. Cuando ya se hizo tarde, se le acercaron sus discípulos y le dijeron:—Éste es un lugar apartado y ya es muy tarde.
36. Despide a la gente, para que vayan a los campos y pueblos cercanos y se compren algo de comer.
37. —Denles ustedes mismos de comer —contestó Jesús.—¡Eso costaría casi un año de trabajo! —objetaron—. ¿Quieres que vayamos y gastemos todo ese dinero en pan para darles de comer?
38. —¿Cuántos panes tienen ustedes? —preguntó—. Vayan a ver.Después de averiguarlo, le dijeron:—Cinco, y dos pescados.
39. Entonces les mandó que hicieran que la gente se sentara por grupos sobre la hierba verde.
40. Así que ellos se acomodaron en grupos de cien y de cincuenta.
41. Jesús tomó los cinco panes y los dos pescados y, mirando al cielo, los bendijo. Luego partió los panes y se los dio a los discípulos para que se los repartieran a la gente. También repartió los dos pescados entre todos.
42. Comieron todos hasta quedar satisfechos,
43. y los discípulos recogieron doce canastas llenas de pedazos de pan y de pescado.
44. Los que comieron fueron cinco mil.
45. En seguida Jesús hizo que sus discípulos subieran a la barca y se le adelantaran al otro lado, a Betsaida, mientras él despedía a la multitud.
46. Cuando se despidió, fue a la montaña para orar.
47. Al anochecer, la barca se hallaba en medio del lago, y Jesús estaba en tierra solo.
48. En la madrugada, vio que los discípulos hacían grandes esfuerzos para remar, pues tenían el viento en contra. Se acercó a ellos caminando sobre el lago, e iba a pasarlos de largo.