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Marcos 15:37-47 Nueva Versión Internacional (NVI)

37. Entonces Jesús, lanzando un fuerte grito, expiró.

38. La cortina del santuario del templo se rasgó en dos, de arriba abajo.

39. Y el centurión, que estaba frente a Jesús, al oír el grito y ver cómo murió, dijo:—¡Verdaderamente este hombre era el Hijo de Dios!

40. Algunas mujeres miraban desde lejos. Entre ellas estaban María Magdalena, María la madre de Jacobo el menor y de José, y Salomé.

41. Estas mujeres lo habían seguido y atendido cuando estaba en Galilea. Además había allí muchas otras que habían subido con él a Jerusalén.

42. Era el día de preparación (es decir, la víspera del sábado). Así que al atardecer,

43. José de Arimatea, miembro distinguido del Consejo, y que también esperaba el reino de Dios, se atrevió a presentarse ante Pilato para pedirle el cuerpo de Jesús.

44. Pilato, sorprendido de que ya hubiera muerto, llamó al centurión y le preguntó si hacía mucho que había muerto.

45. Una vez informado por el centurión, le entregó el cuerpo a José.

46. Entonces José bajó el cuerpo, lo envolvió en una sábana que había comprado, y lo puso en un sepulcro cavado en la roca. Luego hizo rodar una piedra a la entrada del sepulcro.

47. María Magdalena y María la madre de José vieron dónde lo pusieron.

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