13. —¡Crucifícalo! —gritaron.
14. —¿Por qué? ¿Qué crimen ha cometido?Pero ellos gritaron aún más fuerte:—¡Crucifícalo!
15. Como quería satisfacer a la multitud, Pilato les soltó a Barrabás; a Jesús lo mandó azotar, y lo entregó para que lo crucificaran.
16. Los soldados llevaron a Jesús al interior del palacio (es decir, al pretorio) y reunieron a toda la tropa.
17. Le pusieron un manto de color púrpura; luego trenzaron una corona de espinas, y se la colocaron.
18. —¡Salve, rey de los judíos! —lo aclamaban.
19. Lo golpeaban en la cabeza con una caña y le escupían. Doblando la rodilla, le rendían homenaje.
20. Después de burlarse de él, le quitaron el manto y le pusieron su propia ropa. Por fin, lo sacaron para crucificarlo.
21. A uno que pasaba por allí de vuelta del campo, un tal Simón de Cirene, padre de Alejandro y de Rufo, lo obligaron a llevar la cruz.
22. Condujeron a Jesús al lugar llamado Gólgota (que significa: Lugar de la Calavera).
23. Le ofrecieron vino mezclado con mirra, pero no lo tomó.
24. Y lo crucificaron. Repartieron su ropa, echando suertes para ver qué le tocaría a cada uno.
25. Eran las nueve de la mañana cuando lo crucificaron.
26. Un letrero tenía escrita la causa de su condena: El Rey de los judíos.»
27. Con él crucificaron a dos bandidos, uno a su derecha y otro a su izquierda.
29. Los que pasaban meneaban la cabeza y blasfemaban contra él.—¡Eh! Tú que destruyes el templo y en tres días lo reconstruyes —decían—,
30. ¡baja de la cruz y sálvate a ti mismo!
31. De la misma manera se burlaban de él los jefes de los sacerdotes junto con los maestros de la ley.—Salvó a otros —decían—, ¡pero no puede salvarse a sí mismo!