1. Tan pronto como amaneció, los jefes de los sacerdotes, con los ancianos, los maestros de la ley y el Consejo en pleno, llegaron a una decisión. Ataron a Jesús, se lo llevaron y se lo entregaron a Pilato.
2. —¿Eres tú el rey de los judíos? —le preguntó Pilato.—Tú mismo lo dices —respondió.
3. Los jefes de los sacerdotes se pusieron a acusarlo de muchas cosas.
4. —¿No vas a contestar? —le preguntó de nuevo Pilato—. Mira de cuántas cosas te están acusando.
5. Pero Jesús ni aun con eso contestó nada, de modo que Pilato se quedó asombrado.