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Marcos 12:15-35 Nueva Versión Internacional (NVI)

15. ¿Debemos pagar o no?Pero Jesús, sabiendo que fingían, les replicó:—¿Por qué me tienden trampas? Tráiganme una moneda romana para verla.

16. Le llevaron la moneda, y él les preguntó:—¿De quién son esta imagen y esta inscripción?—Del césar —contestaron.

17. —Denle, pues, al césar lo que es del césar, y a Dios lo que es de Dios.Y se quedaron admirados de él.

18. Entonces los saduceos, que dicen que no hay resurrección, fueron a verlo y le plantearon un problema:

19. —Maestro, Moisés nos enseñó en sus escritos que si un hombre muere y deja a la viuda sin hijos, el hermano de ese hombre tiene que casarse con la viuda para que su hermano tenga descendencia.

20. Ahora bien, había siete hermanos. El primero se casó y murió sin dejar descendencia.

21. El segundo se casó con la viuda, pero también murió sin dejar descendencia. Lo mismo le pasó al tercero.

22. En fin, ninguno de los siete dejó descendencia. Por último, murió también la mujer.

23. Cuando resuciten, ¿de cuál será esposa esta mujer, ya que los siete estuvieron casados con ella?

24. —¿Acaso no andan ustedes equivocados? —les replicó Jesús—. ¡Es que desconocen las Escrituras y el poder de Dios!

25. Cuando resuciten los muertos, no se casarán ni serán dados en casamiento, sino que serán como los ángeles que están en el cielo.

26. Pero en cuanto a que los muertos resucitan, ¿no han leído en el libro de Moisés, en el pasaje sobre la zarza, cómo Dios le dijo: “Yo soy el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob”?

27. Él no es Dios de muertos, sino de vivos. ¡Ustedes andan muy equivocados!

28. Uno de los maestros de la ley se acercó y los oyó discutiendo. Al ver lo bien que Jesús les había contestado, le preguntó:—De todos los mandamientos, ¿cuál es el más importante?

29. —El más importante es: “Oye, Israel. El Señor nuestro Dios es el único Señor —contestó Jesús—.

30. Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas.”

31. El segundo es: “Ama a tu prójimo como a ti mismo.” No hay otro mandamiento más importante que éstos.

32. —Bien dicho, Maestro —respondió el hombre—. Tienes razón al decir que Dios es uno solo y que no hay otro fuera de él.

33. Amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, es más importante que todos los holocaustos y sacrificios.

34. Al ver Jesús que había respondido con inteligencia, le dijo:—No estás lejos del reino de Dios.Y desde entonces nadie se atrevió a hacerle más preguntas.

35. Mientras enseñaba en el templo, Jesús les propuso:—¿Cómo es que los maestros de la ley dicen que el Cristo es hijo de David?

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