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Lucas 8:48-56 Nueva Versión Internacional (NVI)

48. —Hija, tu fe te ha sanado —le dijo Jesús—. Vete en paz.

49. Todavía estaba hablando Jesús, cuando alguien llegó de la casa de Jairo, jefe de la sinagoga, para decirle:—Tu hija ha muerto. No molestes más al Maestro.

50. Al oír esto, Jesús le dijo a Jairo:—No tengas miedo; cree nada más, y ella será sanada.

51. Cuando llegó a la casa de Jairo, no dejó que nadie entrara con él, excepto Pedro, Juan y Jacobo, y el padre y la madre de la niña.

52. Todos estaban llorando, muy afligidos por ella.—Dejen de llorar —les dijo Jesús—. No está muerta sino dormida.

53. Entonces ellos empezaron a burlarse de él porque sabían que estaba muerta.

54. Pero él la tomó de la mano y le dijo:—¡Niña, levántate!

55. Recobró la vida y al instante se levantó. Jesús mandó darle de comer.

56. Los padres se quedaron atónitos, pero él les advirtió que no contaran a nadie lo que había sucedido.

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