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Lucas 8:15-28 Nueva Versión Internacional (NVI)

15. Pero la parte que cayó en buen terreno son los que oyen la palabra con corazón noble y bueno, y la retienen; y como perseveran, producen una buena cosecha.

16. »Nadie enciende una lámpara para después cubrirla con una vasija o ponerla debajo de la cama, sino para ponerla en una repisa, a fin de que los que entren tengan luz.

17. No hay nada escondido que no llegue a descubrirse, ni nada oculto que no llegue a conocerse públicamente.

18. Por lo tanto, pongan mucha atención. Al que tiene, se le dará más; al que no tiene, hasta lo que cree tener se le quitará.»

19. La madre y los hermanos de Jesús fueron a verlo, pero como había mucha gente, no lograban acercársele.

20. —Tu madre y tus hermanos están afuera y quieren verte —le avisaron.

21. Pero él les contestó:—Mi madre y mis hermanos son los que oyen la palabra de Dios y la ponen en práctica.

22. Un día subió Jesús con sus discípulos a una barca.—Crucemos al otro lado del lago —les dijo.Así que partieron,

23. y mientras navegaban, él se durmió. Entonces se desató una tormenta sobre el lago, de modo que la barca comenzó a inundarse y corrían gran peligro.

24. Los discípulos fueron a despertarlo.—¡Maestro, Maestro, nos vamos a ahogar! —gritaron.Él se levantó y reprendió al viento y a las olas; la tormenta se apaciguó y todo quedó tranquilo.

25. —¿Dónde está la fe de ustedes? —les dijo a sus discípulos.Con temor y asombro ellos se decían unos a otros: «¿Quién es éste, que manda aun a los vientos y al agua, y le obedecen?»

26. Navegaron hasta la región de los gerasenos, que está al otro lado del lago, frente a Galilea.

27. Al desembarcar Jesús, un endemoniado que venía del pueblo le salió al encuentro. Hacía mucho tiempo que este hombre no se vestía; tampoco vivía en una casa sino en los sepulcros.

28. Cuando vio a Jesús, dio un grito y se arrojó a sus pies. Entonces exclamó con fuerza:—¿Por qué te entrometes, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? ¡Te ruego que no me atormentes!

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