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Lucas 24:25-38 Nueva Versión Internacional (NVI)

25. —¡Qué torpes son ustedes —les dijo—, y qué tardos de corazón para creer todo lo que han dicho los profetas!

26. ¿Acaso no tenía que sufrir el Cristo estas cosas antes de entrar en su gloria?

27. Entonces, comenzando por Moisés y por todos los profetas, les explicó lo que se refería a él en todas las Escrituras.

28. Al acercarse al pueblo adonde se dirigían, Jesús hizo como que iba más lejos.

29. Pero ellos insistieron:—Quédate con nosotros, que está atardeciendo; ya es casi de noche.Así que entró para quedarse con ellos.

30. Luego, estando con ellos a la mesa, tomó el pan, lo bendijo, lo partió y se lo dio.

31. Entonces se les abrieron los ojos y lo reconocieron, pero él desapareció.

32. Se decían el uno al otro:—¿No ardía nuestro corazón mientras conversaba con nosotros en el camino y nos explicaba las Escrituras?

33. Al instante se pusieron en camino y regresaron a Jerusalén. Allí encontraron a los once y a los que estaban reunidos con ellos.

34. «¡Es cierto! —decían—. El Señor ha resucitado y se le ha aparecido a Simón.»

35. Los dos, por su parte, contaron lo que les había sucedido en el camino, y cómo habían reconocido a Jesús cuando partió el pan.

36. Todavía estaban ellos hablando acerca de esto, cuando Jesús mismo se puso en medio de ellos y les dijo:—Paz a ustedes.

37. Aterrorizados, creyeron que veían a un espíritu.

38. —¿Por qué se asustan tanto? —les preguntó—. ¿Por qué les vienen dudas?

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