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Lucas 23:40-50 Nueva Versión Internacional (NVI)

40. Pero el otro criminal lo reprendió:—¿Ni siquiera temor de Dios tienes, aunque sufres la misma condena?

41. En nuestro caso, el castigo es justo, pues sufrimos lo que merecen nuestros delitos; éste, en cambio, no ha hecho nada malo.

42. Luego dijo:—Jesús, acuérdate de mí cuando vengas en tu reino.

43. —Te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso —le contestó Jesús.

44. Desde el mediodía y hasta la media tarde toda la tierra quedó sumida en la oscuridad,

45. pues el sol se ocultó. Y la cortina del santuario del templo se rasgó en dos.

46. Entonces Jesús exclamó con fuerza:—¡Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu!Y al decir esto, expiró.

47. El centurión, al ver lo que había sucedido, alabó a Dios y dijo:—Verdaderamente este hombre era justo.

48. Entonces los que se habían reunido para presenciar aquel espectáculo, al ver lo ocurrido, se fueron de allí golpeándose el pecho.

49. Pero todos los conocidos de Jesús, incluso las mujeres que lo habían seguido desde Galilea, se quedaron mirando desde lejos.

50. Había un hombre bueno y justo llamado José, miembro del Consejo,

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