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Lucas 22:44-58 Nueva Versión Internacional (NVI)

44. Pero, como estaba angustiado, se puso a orar con más fervor, y su sudor era como gotas de sangre que caían a tierra.

45. Cuando terminó de orar y volvió a los discípulos, los encontró dormidos, agotados por la tristeza.

46. «¿Por qué están durmiendo? —les exhortó—. Levántense y oren para que no caigan en tentación.»

47. Todavía estaba hablando Jesús cuando se apareció una turba, y al frente iba uno de los doce, el que se llamaba Judas. Éste se acercó a Jesús para besarlo,

48. pero Jesús le preguntó:—Judas, ¿con un beso traicionas al Hijo del hombre?

49. Los discípulos que lo rodeaban, al darse cuenta de lo que pasaba, dijeron:—Señor, ¿atacamos con la espada?

50. Y uno de ellos hirió al siervo del sumo sacerdote, cortándole la oreja derecha.

51. —¡Déjenlos! —ordenó Jesús.Entonces le tocó la oreja al hombre, y lo sanó.

52. Luego dijo a los jefes de los sacerdotes, a los capitanes del templo y a los ancianos, que habían venido a prenderlo:—¿Acaso soy un bandido, para que vengan contra mí con espadas y palos?

53. Todos los días estaba con ustedes en el templo, y no se atrevieron a ponerme las manos encima. Pero ya ha llegado la hora de ustedes, cuando reinan las tinieblas.

54. Prendieron entonces a Jesús y lo llevaron a la casa del sumo sacerdote. Pedro los seguía de lejos.

55. Pero luego, cuando encendieron una fogata en medio del patio y se sentaron alrededor, Pedro se les unió.

56. Una criada lo vio allí sentado a la lumbre, lo miró detenidamente y dijo:—Éste estaba con él.

57. Pero él lo negó.—Muchacha, yo no lo conozco.

58. Poco después lo vio otro y afirmó:—Tú también eres uno de ellos.—¡No, hombre, no lo soy! —contestó Pedro.

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