6. Continuó el Señor: «Tengan en cuenta lo que dijo el juez injusto.
7. ¿Acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará mucho en responderles?
8. Les digo que sí les hará justicia, y sin demora. No obstante, cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará fe en la tierra?»
9. A algunos que, confiando en sí mismos, se creían justos y que despreciaban a los demás, Jesús les contó esta parábola:
10. «Dos hombres subieron al templo a orar; uno era fariseo, y el otro, recaudador de impuestos.
11. El fariseo se puso a orar consigo mismo: “Oh Dios, te doy gracias porque no soy como otros hombres —ladrones, malhechores, adúlteros— ni mucho menos como ese recaudador de impuestos.
12. Ayuno dos veces a la semana y doy la décima parte de todo lo que recibo.”