1. Jesús les contó a sus discípulos una parábola para mostrarles que debían orar siempre, sin desanimarse.
2. Les dijo: «Había en cierto pueblo un juez que no tenía temor de Dios ni consideración de nadie.
3. En el mismo pueblo había una viuda que insistía en pedirle: “Hágame usted justicia contra mi adversario.”
4. Durante algún tiempo él se negó, pero por fin concluyó: “Aunque no temo a Dios ni tengo consideración de nadie,
5. como esta viuda no deja de molestarme, voy a tener que hacerle justicia, no sea que con sus visitas me haga la vida imposible.”»