25. Grandes multitudes seguían a Jesús, y él se volvió y les dijo:
26. «Si alguno viene a mí y no sacrifica el amor a su padre y a su madre, a su esposa y a sus hijos, a sus hermanos y a sus hermanas, y aun a su propia vida, no puede ser mi discípulo.
27. Y el que no carga su cruz y me sigue, no puede ser mi discípulo.
28. »Supongamos que alguno de ustedes quiere construir una torre. ¿Acaso no se sienta primero a calcular el costo, para ver si tiene suficiente dinero para terminarla?
29. Si echa los cimientos y no puede terminarla, todos los que la vean comenzarán a burlarse de él,