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Lucas 10:30-39 Nueva Versión Internacional (NVI)

30. Jesús respondió:—Bajaba un hombre de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de unos ladrones. Le quitaron la ropa, lo golpearon y se fueron, dejándolo medio muerto.

31. Resulta que viajaba por el mismo camino un sacerdote quien, al verlo, se desvió y siguió de largo.

32. Así también llegó a aquel lugar un levita, y al verlo, se desvió y siguió de largo.

33. Pero un samaritano que iba de viaje llegó adonde estaba el hombre y, viéndolo, se compadeció de él.

34. Se acercó, le curó las heridas con vino y aceite, y se las vendó. Luego lo montó sobre su propia cabalgadura, lo llevó a un alojamiento y lo cuidó.

35. Al día siguiente, sacó dos monedas de plata y se las dio al dueño del alojamiento. “Cuídemelo —le dijo—, y lo que gaste usted de más, se lo pagaré cuando yo vuelva.”

36. ¿Cuál de estos tres piensas que demostró ser el prójimo del que cayó en manos de los ladrones?

37. —El que se compadeció de él —contestó el experto en la ley.—Anda entonces y haz tú lo mismo —concluyó Jesús.

38. Mientras iba de camino con sus discípulos, Jesús entró en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa.

39. Tenía ella una hermana llamada María que, sentada a los pies del Señor, escuchaba lo que él decía.

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