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Juan 9:25-36 Nueva Versión Internacional (NVI)

25. —Si es pecador, no lo sé —respondió el hombre—. Lo único que sé es que yo era ciego y ahora veo.

26. Pero ellos le insistieron:—¿Qué te hizo? ¿Cómo te abrió los ojos?

27. —Ya les dije y no me hicieron caso. ¿Por qué quieren oírlo de nuevo? ¿Es que también ustedes quieren hacerse sus discípulos?

28. Entonces lo insultaron y le dijeron:—¡Discípulo de ése lo serás tú! ¡Nosotros somos discípulos de Moisés!

29. Y sabemos que a Moisés le habló Dios; pero de éste no sabemos ni de dónde salió.

30. —¡Allí está lo sorprendente! —respondió el hombre—: que ustedes no sepan de dónde salió, y que a mí me haya abierto los ojos.

31. Sabemos que Dios no escucha a los pecadores, pero sí a los piadosos y a quienes hacen su voluntad.

32. Jamás se ha sabido que alguien le haya abierto los ojos a uno que nació ciego.

33. Si este hombre no viniera de parte de Dios, no podría hacer nada.

34. Ellos replicaron:—Tú, que naciste sumido en pecado, ¿vas a darnos lecciones?Y lo expulsaron.

35. Jesús se enteró de que habían expulsado a aquel hombre, y al encontrarlo le preguntó:—¿Crees en el Hijo del hombre?

36. —¿Quién es, Señor? Dímelo, para que crea en él.

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