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Juan 9:21-32 Nueva Versión Internacional (NVI)

21. Lo que no sabemos es cómo ahora puede ver, ni quién le abrió los ojos. Pregúntenselo a él, que ya es mayor de edad y puede responder por sí mismo.

22. Sus padres contestaron así por miedo a los judíos, pues ya éstos habían convenido que se expulsara de la sinagoga a todo el que reconociera que Jesús era el Cristo.

23. Por eso dijeron sus padres: «Pregúntenselo a él, que ya es mayor de edad.»

24. Por segunda vez llamaron los judíos al que había sido ciego, y le dijeron:—Júralo por Dios. A nosotros nos consta que ese hombre es pecador.

25. —Si es pecador, no lo sé —respondió el hombre—. Lo único que sé es que yo era ciego y ahora veo.

26. Pero ellos le insistieron:—¿Qué te hizo? ¿Cómo te abrió los ojos?

27. —Ya les dije y no me hicieron caso. ¿Por qué quieren oírlo de nuevo? ¿Es que también ustedes quieren hacerse sus discípulos?

28. Entonces lo insultaron y le dijeron:—¡Discípulo de ése lo serás tú! ¡Nosotros somos discípulos de Moisés!

29. Y sabemos que a Moisés le habló Dios; pero de éste no sabemos ni de dónde salió.

30. —¡Allí está lo sorprendente! —respondió el hombre—: que ustedes no sepan de dónde salió, y que a mí me haya abierto los ojos.

31. Sabemos que Dios no escucha a los pecadores, pero sí a los piadosos y a quienes hacen su voluntad.

32. Jamás se ha sabido que alguien le haya abierto los ojos a uno que nació ciego.

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