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Juan 8:26-38 Nueva Versión Internacional (NVI)

26. Son muchas las cosas que tengo que decir y juzgar de ustedes. Pero el que me envió es veraz, y lo que le he oído decir es lo mismo que le repito al mundo.

27. Ellos no entendieron que les hablaba de su Padre.

28. Por eso Jesús añadió:—Cuando hayan levantado al Hijo del hombre, sabrán ustedes que yo soy, y que no hago nada por mi propia cuenta, sino que hablo conforme a lo que el Padre me ha enseñado.

29. El que me envió está conmigo; no me ha dejado solo, porque siempre hago lo que le agrada.

30. Mientras aún hablaba, muchos creyeron en él.

31. Jesús se dirigió entonces a los judíos que habían creído en él, y les dijo:—Si se mantienen fieles a mis enseñanzas, serán realmente mis discípulos;

32. y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.

33. —Nosotros somos descendientes de Abraham —le contestaron—, y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo puedes decir que seremos liberados?

34. —Ciertamente les aseguro que todo el que peca es esclavo del pecado —respondió Jesús—.

35. Ahora bien, el esclavo no se queda para siempre en la familia; pero el hijo sí se queda en ella para siempre.

36. Así que si el Hijo los libera, serán ustedes verdaderamente libres.

37. Yo sé que ustedes son descendientes de Abraham. Sin embargo, procuran matarme porque no está en sus planes aceptar mi palabra.

38. Yo hablo de lo que he visto en presencia del Padre; así también ustedes, hagan lo que del Padre han escuchado.

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