64. Sin embargo, hay algunos de ustedes que no creen.Es que Jesús conocía desde el principio quiénes eran los que no creían y quién era el que iba a traicionarlo. Así que añadió:
65. —Por esto les dije que nadie puede venir a mí, a menos que se lo haya concedido el Padre.
66. Desde entonces muchos de sus discípulos le volvieron la espalda y ya no andaban con él. Así que Jesús les preguntó a los doce:
67. —¿También ustedes quieren marcharse?
68. —Señor —contestó Simón Pedro—, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.
69. Y nosotros hemos creído, y sabemos que tú eres el Santo de Dios.
70. —¿No los he escogido yo a ustedes doce? —repuso Jesús—. No obstante, uno de ustedes es un diablo.
71. Se refería a Judas, hijo de Simón Iscariote, uno de los doce, que iba a traicionarlo.