Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Juan 3:10-21 Nueva Versión Internacional (NVI)

10. —Tú eres maestro de Israel, ¿y no entiendes estas cosas? —respondió Jesús—.

11. Te digo con seguridad y verdad que hablamos de lo que sabemos y damos testimonio de lo que hemos visto personalmente, pero ustedes no aceptan nuestro testimonio.

12. Si les he hablado de las cosas terrenales, y no creen, ¿entonces cómo van a creer si les hablo de las celestiales?

13. Nadie ha subido jamás al cielo sino el que descendió del cielo, el Hijo del hombre.

14. »Como levantó Moisés la serpiente en el desierto, así también tiene que ser levantado el Hijo del hombre,

15. para que todo el que crea en él tenga vida eterna.

16. »Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.

17. Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él.

18. El que cree en él no es condenado, pero el que no cree ya está condenado por no haber creído en el nombre del Hijo unigénito de Dios.

19. Ésta es la causa de la condenación: que la luz vino al mundo, pero la humanidad prefirió las tinieblas a la luz, porque sus hechos eran perversos.

20. Pues todo el que hace lo malo aborrece la luz, y no se acerca a ella por temor a que sus obras queden al descubierto.

21. En cambio, el que practica la verdad se acerca a la luz, para que se vea claramente que ha hecho sus obras en obediencia a Dios.

Leer capítulo completo Juan 3