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Juan 20:26-31 Nueva Versión Internacional (NVI)

26. Una semana más tarde estaban los discípulos de nuevo en la casa, y Tomás estaba con ellos. Aunque las puertas estaban cerradas, Jesús entró y, poniéndose en medio de ellos, los saludó.—¡La paz sea con ustedes!

27. Luego le dijo a Tomás:—Pon tu dedo aquí y mira mis manos. Acerca tu mano y métela en mi costado. Y no seas incrédulo, sino hombre de fe.

28. —¡Señor mío y Dios mío! —exclamó Tomás.

29. —Porque me has visto, has creído —le dijo Jesús—; dichosos los que no han visto y sin embargo creen.

30. Jesús hizo muchas otras señales milagrosas en presencia de sus discípulos, las cuales no están registradas en este libro.

31. Pero éstas se han escrito para que ustedes crean que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que al creer en su nombre tengan vida.

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