26. y todo el que vive y cree en mí no morirá jamás. ¿Crees esto?
27. —Sí, Señor; yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que había de venir al mundo.
28. Dicho esto, Marta regresó a la casa y, llamando a su hermana María, le dijo en privado:—El Maestro está aquí y te llama.
29. Cuando María oyó esto, se levantó rápidamente y fue a su encuentro.