8. Todos los que vinieron antes de mí eran unos ladrones y unos bandidos, pero las ovejas no les hicieron caso.
9. Yo soy la puerta; el que entre por esta puerta, que soy yo, será salvo. Se moverá con entera libertad, y hallará pastos.
10. El ladrón no viene más que a robar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia.
11. »Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas.
12. El asalariado no es el pastor, y a él no le pertenecen las ovejas. Cuando ve que el lobo se acerca, abandona las ovejas y huye; entonces el lobo ataca al rebaño y lo dispersa.
13. Y ese hombre huye porque, siendo asalariado, no le importan las ovejas.
14. »Yo soy el buen pastor; conozco a mis ovejas, y ellas me conocen a mí,
15. así como el Padre me conoce a mí y yo lo conozco a él, y doy mi vida por las ovejas.
16. Tengo otras ovejas que no son de este redil, y también a ellas debo traerlas. Así ellas escucharán mi voz, y habrá un solo rebaño y un solo pastor.
17. Por eso me ama el Padre: porque entrego mi vida para volver a recibirla.
18. Nadie me la arrebata, sino que yo la entrego por mi propia voluntad. Tengo autoridad para entregarla, y tengo también autoridad para volver a recibirla. Éste es el mandamiento que recibí de mi Padre.»
19. De nuevo las palabras de Jesús fueron motivo de disensión entre los judíos.