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Juan 1:25-40 Nueva Versión Internacional (NVI)

25. lo interrogaron:—Pues si no eres el Cristo, ni Elías ni el profeta, ¿por qué bautizas?

26. —Yo bautizo con agua, pero entre ustedes hay alguien a quien no conocen,

27. y que viene después de mí, al cual yo no soy digno ni siquiera de desatarle la correa de las sandalias.

28. Todo esto sucedió en Betania, al otro lado del río Jordán, donde Juan estaba bautizando.

29. Al día siguiente Juan vio a Jesús que se acercaba a él, y dijo: «¡Aquí tienen al Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo!

30. De éste hablaba yo cuando dije: “Después de mí viene un hombre que es superior a mí, porque existía antes que yo.”

31. Yo ni siquiera lo conocía, pero, para que él se revelara al pueblo de Israel, vine bautizando con agua.»

32. Juan declaró: «Vi al Espíritu descender del cielo como una paloma y permanecer sobre él.

33. Yo mismo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: “Aquel sobre quien veas que el Espíritu desciende y permanece, es el que bautiza con el Espíritu Santo.”

34. Yo lo he visto y por eso testifico que éste es el Hijo de Dios.»

35. Al día siguiente Juan estaba de nuevo allí, con dos de sus discípulos.

36. Al ver a Jesús que pasaba por ahí, dijo:—¡Aquí tienen al Cordero de Dios!

37. Cuando los dos discípulos le oyeron decir esto, siguieron a Jesús.

38. Jesús se volvió y, al ver que lo seguían, les preguntó:—¿Qué buscan?—Rabí, ¿dónde te hospedas? (Rabí significa: Maestro.)

39. —Vengan a ver —les contestó Jesús.Ellos fueron, pues, y vieron dónde se hospedaba, y aquel mismo día se quedaron con él. Eran como las cuatro de la tarde.

40. Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que, al oír a Juan, habían seguido a Jesús.

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