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Hechos 8:20-29 Nueva Versión Internacional (NVI)

20. —¡Que tu dinero perezca contigo —le contestó Pedro—, porque intentaste comprar el don de Dios con dinero!

21. No tienes arte ni parte en este asunto, porque no eres íntegro delante de Dios.

22. Por eso, arrepiéntete de tu maldad y ruega al Señor. Tal vez te perdone el haber tenido esa mala intención.

23. Veo que vas camino a la amargura y a la esclavitud del pecado.

24. —Rueguen al Señor por mí —respondió Simón—, para que no me suceda nada de lo que han dicho.

25. Después de testificar y proclamar la palabra del Señor, Pedro y Juan se pusieron en camino de vuelta a Jerusalén, y de paso predicaron el evangelio en muchas poblaciones de los samaritanos.

26. Un ángel del Señor le dijo a Felipe: «Ponte en marcha hacia el sur, por el camino del desierto que baja de Jerusalén a Gaza.»

27. Felipe emprendió el viaje, y resulta que se encontró con un etíope eunuco, alto funcionario encargado de todo el tesoro de la Candace, reina de los etíopes. Éste había ido a Jerusalén para adorar

28. y, en el viaje de regreso a su país, iba sentado en su carro, leyendo el libro del profeta Isaías.

29. El Espíritu le dijo a Felipe: «Acércate y júntate a ese carro.»

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