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Hechos 7:28-38 Nueva Versión Internacional (NVI)

28. ¿Acaso quieres matarme a mí, como mataste ayer al egipcio?”

29. Al oír esto, Moisés huyó a Madián; allí vivió como extranjero y tuvo dos hijos.

30. »Pasados cuarenta años, se le apareció un ángel en el desierto cercano al monte Sinaí, en las llamas de una zarza que ardía.

31. Moisés se asombró de lo que veía. Al acercarse para observar, oyó la voz del Señor:

32. “Yo soy el Dios de tus antepasados, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob.” Moisés se puso a temblar de miedo, y no se atrevía a mirar.

33. »Le dijo el Señor: “Quítate las sandalias, porque estás pisando tierra santa.

34. Ciertamente he visto la opresión que sufre mi pueblo en Egipto. Los he escuchado quejarse, así que he descendido para librarlos. Ahora ven y te enviaré de vuelta a Egipto.”

35. »A este mismo Moisés, a quien habían rechazado diciéndole: “¿Y quién te nombró gobernante y juez?”, Dios lo envió para ser gobernante y libertador, mediante el poder del ángel que se le apareció en la zarza.

36. Él los sacó de Egipto haciendo prodigios y señales milagrosas tanto en la tierra de Egipto como en el Mar Rojo, y en el desierto durante cuarenta años.

37. »Este Moisés les dijo a los israelitas: “Dios hará surgir para ustedes, de entre sus propios hermanos, un profeta como yo.”

38. Este mismo Moisés estuvo en la asamblea en el desierto, con el ángel que le habló en el monte Sinaí, y con nuestros antepasados. Fue también él quien recibió palabras de vida para comunicárnoslas a nosotros.

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