Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Hechos 7:25-32 Nueva Versión Internacional (NVI)

25. Moisés suponía que sus hermanos reconocerían que Dios iba a liberarlos por medio de él, pero ellos no lo comprendieron así.

26. Al día siguiente, Moisés sorprendió a dos israelitas que estaban peleando. Trató de reconciliarlos, diciéndoles: “Señores, ustedes son hermanos; ¿por qué quieren hacerse daño?”

27. »Pero el que estaba maltratando al otro empujó a Moisés y le dijo: “¿Y quién te nombró a ti gobernante y juez sobre nosotros?

28. ¿Acaso quieres matarme a mí, como mataste ayer al egipcio?”

29. Al oír esto, Moisés huyó a Madián; allí vivió como extranjero y tuvo dos hijos.

30. »Pasados cuarenta años, se le apareció un ángel en el desierto cercano al monte Sinaí, en las llamas de una zarza que ardía.

31. Moisés se asombró de lo que veía. Al acercarse para observar, oyó la voz del Señor:

32. “Yo soy el Dios de tus antepasados, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob.” Moisés se puso a temblar de miedo, y no se atrevía a mirar.

Leer capítulo completo Hechos 7