Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Hechos 3:2-14 Nueva Versión Internacional (NVI)

2. Junto a la puerta llamada Hermosa había un hombre lisiado de nacimiento, al que todos los días dejaban allí para que pidiera limosna a los que entraban en el templo.

3. Cuando éste vio que Pedro y Juan estaban por entrar, les pidió limosna.

4. Pedro, con Juan, mirándolo fijamente, le dijo:—¡Míranos!

5. El hombre fijó en ellos la mirada, esperando recibir algo.

6. —No tengo plata ni oro —declaró Pedro—, pero lo que tengo te doy. En el nombre de Jesucristo de Nazaret, ¡levántate y anda!

7. Y tomándolo por la mano derecha, lo levantó. Al instante los pies y los tobillos del hombre cobraron fuerza.

8. De un salto se puso en pie y comenzó a caminar. Luego entró con ellos en el templo con sus propios pies, saltando y alabando a Dios.

9. Cuando todo el pueblo lo vio caminar y alabar a Dios,

10. lo reconocieron como el mismo hombre que acostumbraba pedir limosna sentado junto a la puerta llamada Hermosa, y se llenaron de admiración y asombro por lo que le había ocurrido.

11. Mientras el hombre seguía aferrado a Pedro y a Juan, toda la gente, que no salía de su asombro, corrió hacia ellos al lugar conocido como Pórtico de Salomón.

12. Al ver esto, Pedro les dijo: «Pueblo de Israel, ¿por qué les sorprende lo que ha pasado? ¿Por qué nos miran como si, por nuestro propio poder o virtud, hubiéramos hecho caminar a este hombre?

13. El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros antepasados, ha glorificado a su siervo Jesús. Ustedes lo entregaron y lo rechazaron ante Pilato, aunque éste había decidido soltarlo.

14. Rechazaron al Santo y Justo, y pidieron que se indultara a un asesino.

Leer capítulo completo Hechos 3