Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Hechos 27:25-32 Nueva Versión Internacional (NVI)

25. Así que ¡ánimo, señores! Confío en Dios que sucederá tal y como se me dijo.

26. Sin embargo, tenemos que encallar en alguna isla.»

27. Ya habíamos pasado catorce noches a la deriva por el mar Adriático, cuando a eso de la medianoche los marineros presintieron que se aproximaban a tierra.

28. Echaron la sonda y encontraron que el agua tenía unos treinta y siete metros de profundidad. Más adelante volvieron a echar la sonda y encontraron que tenía cerca de veintisiete metros de profundidad.

29. Temiendo que fuéramos a estrellarnos contra las rocas, echaron cuatro anclas por la popa y se pusieron a rogar que amaneciera.

30. En un intento por escapar del barco, los marineros comenzaron a bajar el bote salvavidas al mar, con el pretexto de que iban a echar algunas anclas desde la proa.

31. Pero Pablo les advirtió al centurión y a los soldados: «Si ésos no se quedan en el barco, no podrán salvarse ustedes.»

32. Así que los soldados cortaron las amarras del bote salvavidas y lo dejaron caer al agua.

Leer capítulo completo Hechos 27