27. Rey Agripa, ¿cree usted en los profetas? ¡A mí me consta que sí!
28. —Un poco más y me convences a hacerme cristiano —le dijo Agripa.
29. —Sea por poco o por mucho —le replicó Pablo—, le pido a Dios que no sólo usted, sino también todos los que me están escuchando hoy, lleguen a ser como yo, aunque sin estas cadenas.
30. Se levantó el rey, y también el gobernador, Berenice y los que estaban sentados con ellos.
31. Al retirarse, decían entre sí:—Este hombre no ha hecho nada que merezca la muerte ni la cárcel.