Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Hechos 26:15-22 Nueva Versión Internacional (NVI)

15. Entonces pregunté: “¿Quién eres, Señor?” “Yo soy Jesús, a quien tú persigues —me contestó el Señor—.

16. Ahora, ponte en pie y escúchame. Me he aparecido a ti con el fin de designarte siervo y testigo de lo que has visto de mí y de lo que te voy a revelar.

17. Te libraré de tu propio pueblo y de los gentiles. Te envío a éstos

18. para que les abras los ojos y se conviertan de las tinieblas a la luz, y del poder de Satanás a Dios, a fin de que, por la fe en mí, reciban el perdón de los pecados y la herencia entre los santificados.”

19. »Así que, rey Agripa, no fui desobediente a esa visión celestial.

20. Al contrario, comenzando con los que estaban en Damasco, siguiendo con los que estaban en Jerusalén y en toda Judea, y luego con los gentiles, a todos les prediqué que se arrepintieran y se convirtieran a Dios, y que demostraran su arrepentimiento con sus buenas obras.

21. Sólo por eso los judíos me prendieron en el templo y trataron de matarme.

22. Pero Dios me ha ayudado hasta hoy, y así me mantengo firme, testificando a grandes y pequeños. No he dicho sino lo que los profetas y Moisés ya dijeron que sucedería:

Leer capítulo completo Hechos 26