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Hechos 25:5-19 Nueva Versión Internacional (NVI)

5. Que vayan conmigo algunos de los dirigentes de ustedes y formulen allí sus acusaciones contra él, si es que ha hecho algo malo.»

6. Después de pasar entre los judíos unos ocho o diez días, Festo bajó a Cesarea, y al día siguiente convocó al tribunal y mandó que le trajeran a Pablo.

7. Cuando éste se presentó, los judíos que habían bajado de Jerusalén lo rodearon, formulando contra él muchas acusaciones graves que no podían probar.

8. Pablo se defendía:—No he cometido ninguna falta, ni contra la ley de los judíos ni contra el templo ni contra el emperador.

9. Pero Festo, queriendo congraciarse con los judíos, le preguntó:—¿Estás dispuesto a subir a Jerusalén para ser juzgado allí ante mí?

10. Pablo contestó:—Ya estoy ante el tribunal del emperador, que es donde se me debe juzgar. No les he hecho ningún agravio a los judíos, como usted sabe muy bien.

11. Si soy culpable de haber hecho algo que merezca la muerte, no me niego a morir. Pero si no son ciertas las acusaciones que estos judíos formulan contra mí, nadie tiene el derecho de entregarme a ellos para complacerlos. ¡Apelo al emperador!

12. Después de consultar con sus asesores, Festo declaró:—Has apelado al emperador. ¡Al emperador irás!

13. Pasados algunos días, el rey Agripa y Berenice llegaron a Cesarea para saludar a Festo.

14. Como se entretuvieron allí varios días, Festo le presentó al rey el caso de Pablo.—Hay aquí un hombre —le dijo— que Félix dejó preso.

15. Cuando fui a Jerusalén, los jefes de los sacerdotes y los ancianos de los judíos presentaron acusaciones contra él y exigieron que se le condenara.

16. Les respondí que no es costumbre de los romanos entregar a ninguna persona sin antes concederle al acusado un careo con sus acusadores, y darle la oportunidad de defenderse de los cargos.

17. Cuando acudieron a mí, no dilaté el caso, sino que convoqué al tribunal el día siguiente y mandé traer a este hombre.

18. Al levantarse para hablar, sus acusadores no alegaron en su contra ninguno de los delitos que yo había supuesto.

19. Más bien, tenían contra él algunas cuestiones tocantes a su propia religión y sobre un tal Jesús, ya muerto, que Pablo sostiene que está vivo.

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