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Hechos 21:13-24 Nueva Versión Internacional (NVI)

13. —¿Por qué lloran? ¡Me parten el alma! —respondió Pablo—. Por el nombre del Señor Jesús estoy dispuesto no sólo a ser atado sino también a morir en Jerusalén.

14. Como no se dejaba convencer, desistimos exclamando:—¡Que se haga la voluntad del Señor!

15. Después de esto, acabamos los preparativos y subimos a Jerusalén.

16. Algunos de los discípulos de Cesarea nos acompañaron y nos llevaron a la casa de Mnasón, donde íbamos a alojarnos. Éste era de Chipre, y uno de los primeros discípulos.

17. Cuando llegamos a Jerusalén, los creyentes nos recibieron calurosamente.

18. Al día siguiente Pablo fue con nosotros a ver a Jacobo, y todos los ancianos estaban presentes.

19. Después de saludarlos, Pablo les relató detalladamente lo que Dios había hecho entre los gentiles por medio de su ministerio.

20. Al oírlo, alabaron a Dios. Luego le dijeron a Pablo: «Ya ves, hermano, cuántos miles de judíos han creído, y todos ellos siguen aferrados a la ley.

21. Ahora bien, han oído decir que tú enseñas que se aparten de Moisés todos los judíos que viven entre los gentiles. Les recomiendas que no circunciden a sus hijos ni vivan según nuestras costumbres.

22. ¿Qué vamos a hacer? Sin duda se van a enterar de que has llegado.

23. Por eso, será mejor que sigas nuestro consejo. Hay aquí entre nosotros cuatro hombres que tienen que cumplir un voto.

24. Llévatelos, toma parte en sus ritos de purificación y paga los gastos que corresponden al voto de rasurarse la cabeza. Así todos sabrán que no son ciertos esos informes acerca de ti, sino que tú también vives en obediencia a la ley.

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