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Hechos 19:32-41 Nueva Versión Internacional (NVI)

32. Había confusión en la asamblea. Cada uno gritaba una cosa distinta, y la mayoría ni siquiera sabía para qué se habían reunido.

33. Los judíos empujaron a un tal Alejandro hacia adelante, y algunos de entre la multitud lo sacaron para que tomara la palabra. Él agitó la mano para pedir silencio y presentar su defensa ante el pueblo.

34. Pero cuando se dieron cuenta de que era judío, todos se pusieron a gritar al unísono como por dos horas:—¡Grande es Artemisa de los efesios!

35. El secretario del concejo municipal logró calmar a la multitud y dijo:—Ciudadanos de Éfeso, ¿acaso no sabe todo el mundo que la ciudad de Éfeso es guardiana del templo de la gran Artemisa y de su estatua bajada del cielo?

36. Ya que estos hechos son innegables, es preciso que ustedes se calmen y no hagan nada precipitadamente.

37. Ustedes han traído a estos hombres, aunque ellos no han cometido ningún sacrilegio ni han blasfemado contra nuestra diosa.

38. Así que si Demetrio y sus compañeros de oficio tienen alguna queja contra alguien, para eso hay tribunales y gobernadores. Vayan y presenten allí sus acusaciones unos contra otros.

39. Si tienen alguna otra demanda, que se resuelva en legítima asamblea.

40. Tal y como están las cosas, con los sucesos de hoy corremos el riesgo de que nos acusen de causar disturbios. ¿Qué razón podríamos dar de este alboroto, si no hay ninguna?

41. Dicho esto, despidió la asamblea.

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