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Hechos 19:31-37 Nueva Versión Internacional (NVI)

31. Incluso algunas autoridades de la provincia, que eran amigos de Pablo, le enviaron un recado, rogándole que no se arriesgara a entrar en el teatro.

32. Había confusión en la asamblea. Cada uno gritaba una cosa distinta, y la mayoría ni siquiera sabía para qué se habían reunido.

33. Los judíos empujaron a un tal Alejandro hacia adelante, y algunos de entre la multitud lo sacaron para que tomara la palabra. Él agitó la mano para pedir silencio y presentar su defensa ante el pueblo.

34. Pero cuando se dieron cuenta de que era judío, todos se pusieron a gritar al unísono como por dos horas:—¡Grande es Artemisa de los efesios!

35. El secretario del concejo municipal logró calmar a la multitud y dijo:—Ciudadanos de Éfeso, ¿acaso no sabe todo el mundo que la ciudad de Éfeso es guardiana del templo de la gran Artemisa y de su estatua bajada del cielo?

36. Ya que estos hechos son innegables, es preciso que ustedes se calmen y no hagan nada precipitadamente.

37. Ustedes han traído a estos hombres, aunque ellos no han cometido ningún sacrilegio ni han blasfemado contra nuestra diosa.

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