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Hebreos 10:13-30 Nueva Versión Internacional (NVI)

13. en espera de que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies.

14. Porque con un solo sacrificio ha hecho perfectos para siempre a los que está santificando.

15. También el Espíritu Santo nos da testimonio de ello. Primero dice:

16. «Éste es el pacto que haré con ellosdespués de aquel tiempo —dice el Señor—:Pondré mis leyes en su corazón,y las escribiré en su mente.»

17. Después añade:«Y nunca más me acordaré de sus pecados y maldades.»

18. Y cuando éstos han sido perdonados, ya no hace falta otro sacrificio por el pecado.

19. Así que, hermanos, mediante la sangre de Jesús, tenemos plena libertad para entrar en el Lugar Santísimo,

20. por el camino nuevo y vivo que él nos ha abierto a través de la cortina, es decir, a través de su cuerpo;

21. y tenemos además un gran sacerdote al frente de la familia de Dios.

22. Acerquémonos, pues, a Dios con corazón sincero y con la plena seguridad que da la fe, interiormente purificados de una conciencia culpable y exteriormente lavados con agua pura.

23. Mantengamos firme la esperanza que profesamos, porque fiel es el que hizo la promesa.

24. Preocupémonos los unos por los otros, a fin de estimularnos al amor y a las buenas obras.

25. No dejemos de congregarnos, como acostumbran hacerlo algunos, sino animémonos unos a otros, y con mayor razón ahora que vemos que aquel día se acerca.

26. Si después de recibir el conocimiento de la verdad pecamos obstinadamente, ya no hay sacrificio por los pecados.

27. Sólo queda una terrible expectativa de juicio, el fuego ardiente que ha de devorar a los enemigos de Dios.

28. Cualquiera que rechazaba la ley de Moisés moría irremediablemente por el testimonio de dos o tres testigos.

29. ¿Cuánto mayor castigo piensan ustedes que merece el que ha pisoteado al Hijo de Dios, que ha profanado la sangre del pacto por la cual había sido santificado, y que ha insultado al Espíritu de la gracia?

30. Pues conocemos al que dijo: «Mía es la venganza; yo pagaré»; y también: «El Señor juzgará a su pueblo.»

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