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1 Corintios 14:18-31 Nueva Versión Internacional (NVI)

18. Doy gracias a Dios porque hablo en lenguas más que todos ustedes.

19. Sin embargo, en la iglesia prefiero emplear cinco palabras comprensibles y que me sirvan para instruir a los demás, que diez mil palabras en lenguas.

20. Hermanos, no sean niños en su modo de pensar. Sean niños en cuanto a la malicia, pero adultos en su modo de pensar.

21. En la ley está escrito:«Por medio de gente de lengua extrañay por boca de extranjeroshablaré a este pueblo,pero ni aun así me escucharán», dice el Señor.

22. De modo que el hablar en lenguas es una señal, no para los creyentes sino para los incrédulos; en cambio, la profecía no es señal para los incrédulos sino para los creyentes.

23. Así que, si toda la iglesia se reúne y todos hablan en lenguas, y entran algunos que no entienden o no creen, ¿no dirán que ustedes están locos?

24. Pero si uno que no cree o uno que no entiende entra cuando todos están profetizando, se sentirá reprendido y juzgado por todos,

25. y los secretos de su corazón quedarán al descubierto. Así que se postrará ante Dios y lo adorará, exclamando: «¡Realmente Dios está entre ustedes!»

26. ¿Qué concluimos, hermanos? Que cuando se reúnan, cada uno puede tener un himno, una enseñanza, una revelación, un mensaje en lenguas, o una interpretación. Todo esto debe hacerse para la edificación de la iglesia.

27. Si se habla en lenguas, que hablen dos —o cuando mucho tres—, cada uno por turno; y que alguien interprete.

28. Si no hay intérprete, que guarden silencio en la iglesia y cada uno hable para sí mismo y para Dios.

29. En cuanto a los profetas, que hablen dos o tres, y que los demás examinen con cuidado lo dicho.

30. Si alguien que está sentado recibe una revelación, el que esté hablando ceda la palabra.

31. Así todos pueden profetizar por turno, para que todos reciban instrucción y aliento.

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