Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Salmos 38:2-18 Nueva Versión Internacional (NVI)

2. Porque tus flechas me han atravesado,y sobre mí ha caído tu mano.

3. Por causa de tu indignaciónno hay nada sano en mi cuerpo;por causa de mi pecadomis huesos no hallan descanso.

4. Mis maldades me abruman,son una carga demasiado pesada.

5. Por causa de mi insensatezmis llagas hieden y supuran.

6. Estoy agobiado, del todo abatido;todo el día ando acongojado.

7. Estoy ardiendo de fiebre;no hay nada sano en mi cuerpo.

8. Me siento débil, completamente deshecho;mi corazón gime angustiado.

9. Ante ti, Señor, están todos mis deseos;no te son un secreto mis anhelos.

10. Late mi corazón con violencia,las fuerzas me abandonan,hasta la luz de mis ojos se apaga.

11. Mis amigos y vecinos se apartan de mis llagas;mis parientes se mantienen a distancia.

12. Tienden sus trampas los que quieren matarme;maquinan mi ruina los que buscan mi maly todo el día urden engaños.

13. Pero yo me hago el sordo, y no los escucho;me hago el mudo, y no les respondo.

14. Soy como los que no oyenni pueden defenderse.

15. Yo, Señor, espero en ti;tú, Señor y Dios mío, serás quien responda.

16. Tan sólo pido que no se burlen de mí,que no se crean superiores si resbalo.

17. Estoy por desfallecer;el dolor no me deja un solo instante.

18. Voy a confesar mi iniquidad,pues mi pecado me angustia.

Leer capítulo completo Salmos 38