Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Salmos 32:5-11 Nueva Versión Internacional (NVI)

5. Pero te confesé mi pecado,y no te oculté mi maldad.Me dije: «Voy a confesar mis transgresiones al Señor»,y tú perdonaste mi maldad y mi pecado. Selah

6. Por eso los fieles te invocanen momentos de angustia;caudalosas aguas podrán desbordarse,pero a ellos no los alcanzarán.

7. Tú eres mi refugio;tú me protegerás del peligroy me rodearás con cánticos de liberación. Selah

8. El Señor dice:«Yo te instruiré,yo te mostraré el camino que debes seguir;yo te daré consejos y velaré por ti.

9. No seas como el mulo o el caballo,que no tienen discernimiento,y cuyo brío hay que domar con brida y freno,para acercarlos a ti.»

10. Muchas son las calamidades de los malvados,pero el gran amor del Señorenvuelve a los que en él confían.

11. ¡Alégrense, ustedes los justos;regocíjense en el Señor!¡canten todos ustedes,los rectos de corazón!

Leer capítulo completo Salmos 32