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Salmos 32:1-11 Nueva Versión Internacional (NVI)

1. Dichoso aquela quien se le perdonan sus transgresiones,a quien se le borran sus pecados.

2. Dichoso aquela quien el Señor no toma en cuenta su maldady en cuyo espíritu no hay engaño.

3. Mientras guardé silencio,mis huesos se fueron consumiendopor mi gemir de todo el día.

4. Mi fuerza se fue debilitandocomo al calor del verano,porque día y nochetu mano pesaba sobre mí. Selah

5. Pero te confesé mi pecado,y no te oculté mi maldad.Me dije: «Voy a confesar mis transgresiones al Señor»,y tú perdonaste mi maldad y mi pecado. Selah

6. Por eso los fieles te invocanen momentos de angustia;caudalosas aguas podrán desbordarse,pero a ellos no los alcanzarán.

7. Tú eres mi refugio;tú me protegerás del peligroy me rodearás con cánticos de liberación. Selah

8. El Señor dice:«Yo te instruiré,yo te mostraré el camino que debes seguir;yo te daré consejos y velaré por ti.

9. No seas como el mulo o el caballo,que no tienen discernimiento,y cuyo brío hay que domar con brida y freno,para acercarlos a ti.»

10. Muchas son las calamidades de los malvados,pero el gran amor del Señorenvuelve a los que en él confían.

11. ¡Alégrense, ustedes los justos;regocíjense en el Señor!¡canten todos ustedes,los rectos de corazón!

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