Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Salmos 31:17-24 Nueva Versión Internacional (NVI)

17. Señor, no permitas que me avergüencen,porque a ti he clamado.Que sean avergonzados los malvados,y acallados en el sepulcro.

18. Que sean silenciados sus labios mentirosos,porque hablan contra los justoscon orgullo, desdén e insolencia.

19. Cuán grande es tu bondad,que atesoras para los que te temen,y que a la vista de la gente derramassobre los que en ti se refugian.

20. Al amparo de tu presencia los protegesde las intrigas humanas;en tu morada los resguardasde las lenguas contenciosas.

21. Bendito sea el Señor,pues mostró su gran amor por mícuando me hallaba en una ciudad sitiada.

22. En mi confusión llegué a decir:«¡He sido arrojado de tu presencia!»Pero tú oíste mi voz suplicantecuando te pedí que me ayudaras.

23. Amen al Señor, todos sus fieles;él protege a los dignos de confianza,pero a los orgullosos les da su merecido.

24. Cobren ánimo y ármense de valor,todos los que en el Señor esperan.

Leer capítulo completo Salmos 31