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Salmos 22:1-17 Nueva Versión Internacional (NVI)

1. Dios mío, Dios mío,¿por qué me has abandonado?Lejos estás para salvarme,lejos de mis palabras de lamento.

2. Dios mío, clamo de día y no me respondes;clamo de noche y no hallo reposo.

3. Pero tú eres santo, tú eres rey,¡tú eres la alabanza de Israel!

4. En ti confiaron nuestros padres;confiaron, y tú los libraste;

5. a ti clamaron, y tú los salvaste;se apoyaron en ti, y no los defraudaste.

6. Pero yo, gusano soy y no hombre;la gente se burla de mí,el pueblo me desprecia.

7. Cuantos me ven, se ríen de mí;lanzan insultos, meneando la cabeza:

8. «Éste confía en el Señor,¡pues que el Señor lo ponga a salvo!Ya que en él se deleita,¡que sea él quien lo libre!»

9. Pero tú me sacaste del vientre materno;me hiciste reposar confiadoen el regazo de mi madre.

10. Fui puesto a tu cuidadodesde antes de nacer;desde el vientre de mi madremi Dios eres tú.

11. No te alejes de mí,porque la angustia está cercay no hay nadie que me ayude.

12. Muchos toros me rodean;fuertes toros de Basán me cercan.

13. Contra mí abren sus faucesleones que rugen y desgarran a su presa.

14. Como agua he sido derramado;dislocados están todos mis huesos.Mi corazón se ha vuelto como cera,y se derrite en mis entrañas.

15. Se ha secado mi vigor como una teja;la lengua se me pega al paladar.¡Me has hundido en el polvo de la muerte!

16. Como perros de presa, me han rodeado;me ha cercado una banda de malvados;me han traspasado las manos y los pies.

17. Puedo contar todos mis huesos;con satisfacción perversala gente se detiene a mirarme.

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