5. Ah, Jerusalén, Jerusalén,si llegara yo a olvidarte,¡que la mano derecha se me seque!
6. Si de ti no me acordara,ni te pusiera por encima de mi propia alegría,¡que la lengua se me pegue al paladar!
7. Señor, acuérdate de los edomitasel día en que cayó Jerusalén.«¡Arrásenla —gritaban—,arrásenla hasta sus cimientos!»