Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Salmos 102:1-12 Nueva Versión Internacional (NVI)

1. Escucha, Señor, mi oración;llegue a ti mi clamor.

2. No escondas de mí tu rostrocuando me encuentro angustiado.Inclina a mí tu oído;respóndeme pronto cuando te llame.

3. Pues mis días se desvanecen como el humo,los huesos me arden como brasas.

4. Mi corazón decae y se marchita como la hierba;¡hasta he perdido el apetito!

5. Por causa de mis fuertes gemidosse me pueden contar los huesos.

6. Parezco una lechuza del desierto;soy como un búho entre las ruinas.

7. No logro conciliar el sueño;parezco ave solitaria sobre el tejado.

8. A todas horas me ofenden mis enemigos,y hasta usan mi nombre para maldecir.

9. Las cenizas son todo mi alimento;mis lágrimas se mezclan con mi bebida.

10. ¡Por tu enojo, por tu indignación,me levantaste para luego arrojarme!

11. Mis días son como sombras nocturnas;me voy marchitando como la hierba.

12. Pero tú, Señor, reinas eternamente;tu nombre perdura por todas las generaciones.

Leer capítulo completo Salmos 102